miércoles, 9 de abril de 2014

Atentamente.

                A/A Estimado Sr. Tertuliano, columnista, reportero, intelectual, “humorista”, y demás adalides de
la libertad y el respeto. A todos los que, de un bando u otro, surgen como hongos en estas fechas, prestos a circular por la trillada senda del tópico, el prejuicio y la ignorancia:
                Ante todo respeto profundamente que no le guste la Semana Santa, está en todo su derecho (faltaría más) incluso de que así lo haga saber públicamente, pero me va a permitir hacerle unas puntualizaciones, más que nada para que cuando exponga las razones de su repudio tenga al menos motivos para que su credibilidad no quede en entredicho:
               -Las procesiones no las costea el Estado ni siquiera, fíjese, la Iglesia. Todos los gastos que origina una cofradía en la calle son sufragados íntegramente por los hermanos y devotos de esta y si, por casualidad, se beneficia de alguna subvención, es porque se acoge a los mismos derechos que cualquier otro colectivo igual.
               -Me sorprende, mejor dicho, me ruboriza que usted, siendo tan amante de la cultura, el arte y la creación, llame “muñecos” a obras escultóricas que se estudian en Institutos y carreras de Arte. Las Imágenes son obras salidas de manos humanas, razón más que suficiente para que, aparte de que representen a la divinidad, sean sagradas.
              -Por más que usted lo repita, no se convierte en verdad. Los católicos no adoramos a las Imágenes (y si aun así fuera, a usted, ¿qué?).
              -Emocionarse ante una obra de arte o ante un estímulo, imagen o figura de apego que nos haga sentir una anámnesis gratificante es un hecho intrínsecamente humano, lo que nos distingue del resto de los seres vivos. Si a usted, tan moderno, tolerante, respetuoso y avanzado le molesta que haya personas que experimenten eso, el problema no es más que suyo (de usted)… hágaselo mirar, puede ser grave y, lo que es peor, contagioso.
              -Los cofrades no somos fachas, ni machistas, ni maltratadores… somos tan hipócritas como lo puede ser cualquiera. No somos racistas ni xenófobos (los puede haber, pero no por el mero hecho de ser cofrades) de hecho existían Hermandades de negros, mulatos, gitanos… No nos comemos a los niños crudos para merendar, ni nos azotamos hincados de rodillas en nuestro cuarto a la luz de las velas, ni mucho menos el carné de militante del PP es imprescindible para acceder a ser hermano de una Hermandad. Los cofrades podemos ser tan modernos y abiertos incluso más que usted… en serio.
              -Un hábito nazareno no es un disfraz, ni muchísimo menos tiene que ver nada con el Ku-Klux-Klan  (o como puñetas se escriba) Cuando los españoles conquistamos el Nuevo Mundo (lugar donde se creó dicho grupo), ya llevábamos siglos haciendo estación de penitencia de forma ANÓNIMA, que para eso es el hábito nazarano.
              -Cuando usted sea capaz de despojarse de todas sus riquezas, sólo entonces estará en condiciones morales de criticar el patrimonio (del que usted también disfruta) de las Hermandades. Al parecer, según personas con su mismo pensamiento, las Hermandades tiran al vertedero todos sus palios, mantos, pasos y coronas una vez pasada la Semana Santa para volverlos a hacer de nuevo al año siguiente. Aún así, la gente hace con su dinero lo que bien les plazca y aunque esté mal decirlo, espero que nunca se tenga que ver en la tesitura de llamar a las puertas de una casa hermandad para recibir lo imprescindible para pasar el día.
               -Estoy seguro de que si todo esto fuera cosas de ingleses, alemanes o americanos (del norte) tendríamos Semana Santa hasta en la sopa (véase Halloween, día de la marmota, santa Claus, etc… -que respeto, por supuesto-) y se vería como todo un ejemplo de integración social, organización, arte y cultura…
               -No me vanga dando lecciones de tolerancia, que le veo venir. Cae en lo mismo que critica: imponer un pensamiento único. Y de esas formas de proceder, España va bien sobrada.

               - Por último (aunque me deje cosas en el tintero) le puedo dar mil razones para criticar a los cofrades, mil u una… pero mejor me las guardo.