domingo, 12 de enero de 2014

La Virgen de los Dolores, ¿del XIX o del XVII?

               Qué mejor manera de desempolvar el blog que con esta entrada. Viendo el panorama actual sólo me salen sapos y culebras del teclado. Me propuse que cuando volviera a escribir aquí lo haría con algo agradable y pedagógico y hoy lo voy a hacer. Si supieran, amigos lectores, cómo tengo la bandeja de borradores... pero prefiero valer más por lo que callo. Bueno a lo que iba, esta entrada va dedicada a la que, para el que suscribe, es la Dolorosa más bella de cuantas conozco (aquí, como es mi espacio personal, sí lo puedo decir sin importarme si es compartido o no): nuestra villarrasera Virgen de los Dolores.

               El título lo dice todo, por lo que iré al grano. Hace varias entradas apunté que desde pequeños nos inculcan que todo lo que viene en los libros científicos, catálogos o manuales sobre cualquier menester es verdad revelada, rotunda y dogmática... Con la edad uno va reparando en que no hay ciencia exacta ni saber que no esté sujeto a la imperfección humana.

               Cada vez que alguien me pregunta sobre la autoría y fecha de ejecución de la Virgen de los Dolores, siempre encabezo la respuesta aludiendo al libro "Escultura Mariana Onubense" (editado con motivo del XXV Aniversario de la Diócesis de Huelva), esto es, según sus autores se trata de una imagen anónima de la escuela sevillana del siglo XIX. Nunca me llegó a convencer esa aseveración ya que, sin ser experto en catalogación de obras de arte, por más que miro y remiro (y quienes me conocen saben hasta qué punto la conozco) no la veo de ningún autor decimonónico.

              Pero hete aquí que el otro día, en una tertulia cibernética sobre arte, comentando una foto de Ella, varios contertulios negaron su autoría decimonónica y la asemejaron a la Virgen de las Angustias de la Hermandad de Jesús Nazareno de Utrera (Sevilla), considerada obra de finales del siglo XVII y pinchando aquí podemos saber más sobre su historia. Automáticamente busqué en el google una foto de dicha Virgen utrerana y la comparé con otra foto de la nuestra. Este es el resultado, juzguen ustedes mismos:



Foto: Miguel Suárez Lagares

Llegados a este punto no tengo más que poner esparadrapo en boca y dejar que el monumento prevalezca sobre el documento (historiográfico, en este caso).