martes, 27 de diciembre de 2011

Villarrasa en 1956.


               Bichendo por esta gran red de redes he dado con http://www.goolzoom.com/, y ahí me tienen... a nuestro pueblo a vista de pájaro tal como dormitaba en 1956.

               Serán cosas mías, segurísimo, pero viendo la fecha y el plano cenital, la instantánea se me antoja como una placa petri de laboratorio; y al observarla experimento una mezcla de admiración, ternura, y un pelín de lástima retrospectiva. Pensar en quienes lo habitaban por entonces, bajo el yugo de un sistema político opresor... qué poco sabían, tan imbuidos en sus quehaceres, que ahora, medio siglo y un lustro después, estaría yo aquí con rollos metafísicos viéndoles cual Zeus en el Olympo.

               Como curiosidades, podemos ver una plaza Vieja toda ella un descampado, el cortinar junto a la Iglesia, la alcantarilla, las actuales calles La Torre y Del Hospital, meros regajos en medio del pueblo... y, por supuesto, la Gazapa, los Cuadrejones (Avda. de la Constitución, dicho en finolis), los Colegios (ambos), el polideportivo... ni meros engendros de lo que son ahora; eso sin contar con huertos, viñas y olivares en pleno casco urbano.

               ¿Y esas especies de puntos o círculos repartidos por la campiña inmediata al pueblo? efectivamente, son las eras donde se trillaba la mies.

               ¡Disfruten!

P.D: Si antes de año nuevo no subo ninguna entrada... pues nada, os deseo a todos mis lectores un muy feliz y dichoso 2012.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Se me olvidó dar las gracias.

               Así fue, un gesto tan sencillo como el agradecimiento.


               No sé qué tiene el 18 de diciembre que es como el hijo que viene con un pan bajo el brazo. Cada año, día tan grande viene acompañado de gratas sorpresas; ignoro si fruto de la casualidad o porque esta Madre es mucha Madre y aprovecha su día para derramar, aún más, su Remedio en forma de dádivas para sus hijos.

               Este año me ha obsequiado con dos: el primero, volver a mis años en que fui su indigno prioste aunque sólo sea para ayudar al florista durante unas escasas horas; el segundo, volver también a mis años de escolar en el “Azorín” compartiendo unas “birras” con mi dilecto maestro de Ingles, José Joaquín. Y me vas a permitir que te llame maestro y no profesor… ya sabes que lo primero abarca algo más que lo meramente académico.

               Y, ¿cómo no?, la Cruz en medio de todo. La Cruz como compañera de lo humano y de lo divino, la Cruz como mástil que arranca desde lo más rastrero del suelo a lo más luminoso del cielo… la Cruz… siempre la Cruz. ¡Bendita sea! Nuestra tradición crucera pasada por una criba, limpia de impurezas. Un diamante con impurezas, pero diamante al fin y al cabo. Impurezas de los que quieren utilizarlas para lo que no fueron creadas, impurezas de los que las manchan en afán de elevar la tontería a la categoría de arte, impurezas de los que llenan con Ellas su corazón de odio y rencor, impurezas de los que gustan de poner mordazas sin entender que no hay oficialidad en la forma de amarlas… nuestro diamante limpio de impurezas ¡qué delicia¡ Nuestras “cruces”… ahora tengo más razones para no transigir con quienes las prejuzgan.

               El alma crucera necesita, de vez en cuando, que se oxigene compartiendo emociones y esencias del otro color. Es bueno y sano hablar con lenguaje de hombres de las cosas de los hombres (¿dónde habré leído yo eso?). Adiós a las torres de Babel, a los becerros de oro, a los castillos en el aire… Nuestras cruces somos nosotros mismos, con nuestras miserias y fulgores. Igual que Jesús eligió a pecadores, personas imperfectas, para que le amaran incondicionalmente, así nuestras cruces viven y perviven a pesar de los avatares. Amigo José Joaquín, cuánto de sí pueden dar las palabras que entrecruzamos y que también compartió tu hijo, tocayo mío, al que ya considero un amigo. Conversaciones de ese nivel hacen mucha falta y harían mucho bien en nuestro pueblo.

               Sólo hubo una cosa que me dejó con algo de reconcomia… ¡mecachis!, se me olvidó darte las gracias por la convidá.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Día de la Pureza, ¿crónica de una muerte anunciada?

               Me van a disculpar, ante todo, el estilo “Hollywoodiense” del título, pero no encontraba otro mejor. Motivos no me faltan. Y por dos razones fundamentales: la primera por la reforma del calendario festivo que entre la patronal y los sindicatos parecen estar gestando en un inverosímil engendro donde ya podemos ir imaginando las posturas; y la segunda atañe a mi queridísima patria chica, donde la Inmaculada ha pasado de ser un día festivo con mayúsculas a una jornada de vacaciones más donde poder levantarse de la cama más tarde de lo habitual.


               Y así es, junto al café con la tostada, uno a veces se desayuna algo como esto: http://www.elpais.com/articulo/economia/patronal/pide/Jueves/Santo/celebre/lunes/elpepueco/20111205elpepueco_14/Tes
               Pues así, como leen. De los tres jueves del año que lucían más que el sol acabaron con dos, y ahora pretenden aniquilar el tercero… total, entre una derecha utilitarista, donde el trabajador no es más que un engranaje para engrosar las carteras de unos pocos y siempre, siempre, por defecto, tenderán a ser flojos, vagos y hay que despabilarlos, y cuyo único destino es trabajar-comer-dormir… y una izquierda nihilista que parece traerle al pairo todo lo que huela a tradiciones del pueblo (el mismo que dicen defender), de ciudades y pueblos donde sólo hay edificios, calles y plazas, sin alma; de ocio impuesto y subvencionado… andamos “aviaos”.

               Aquí es donde me gustaría, y lo deseo fervientemente, que la jerarquía de mi Iglesia se pronunciara de manera firme; y no hablemos ya de los “cofrades de bien”, esos que no dudan en tachar de “rojo” a todo bicho viviente que ose a contradecir lo más mínimo. Que protestara enérgicamente ante lo que me supone todo un atropello. Aquí no se queman conventos ni se retiran crucifijos de lugares públicos, pero se borra de un plumazo días sagrados para grandes masas de población (de los que también disfrutan los no creyentes). Manifestaciones, homilías encendidas, rosarios de la aurora… todo lo que sea necesario y no será por falta de praxis en los últimos años… de lo contrario podría caer en la tentación de pensar mal, muy mal… espero y deseo equivocarme.

               ¿Se imaginan la de tradiciones en distintos pueblos y ciudades que se borrarán de un plumazo, menos los años que caigan en fin de semana?, no son monumentos tangibles, pero sí son, muchos de ellos, monumentos de fe y antropológicos. ¡Bravo!, sigamos construyendo el futuro sobre escombros y no sobre roca. Aquí, de seguir adelante dicha propuesta, perderemos el 18 de diciembre y el 15 de agosto, como ya perdimos el 3 de mayo y el jueves de la Ascensión.

               Los de la CEOE dicen que les parece un “escándalo” el puente de la Constitución-Inmaculada… ¡ay, si los millones de curritos enumerásemos lo que consideramos como escándalo! Otro argumento nos habla de asemejarnos a Europa. Europa (como si España no fuese parte de ella) considerada toda ella un infalible escaparate de avance y modernidad (esquema que se me vino al suelo cuando el Comisario Fischler se metió una aceituna en la boca), sin tener en absoluto en cuenta nuestro clima, horas de luz, cultura, etc… Aunque puestos a equipararnos con el resto de Europa, hagámoslo ya del todo, ¿no?, sueldos, infraestructuras y prestaciones sociales incluidas.

               Sobre cómo hemos perdido el día de la Pureza en mi pueblo, hablaré otro día… estas cosas me agotan anímicamente.

               ¡Sigan siendo felices!

martes, 6 de diciembre de 2011

Diciembre 2011.


               Transcribo, a continuación, la convocatoria de Actos y Cultos repartida por la Hermandad de Ntra. sra. de los Remedios con motivo de sus anueles cultos en honor de nuestra Patrona:

ACTOS Y CULTOS EN HONOR Y GLORIA DE LA EXCELSA
MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA LA
SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS REMEDIOS
PATRONA Y ALCALDESA PERPETUA DE VILLARRASA

Que se celebrarán por su Hermandad y el pueblo entero de Villarrasa
DEL 9 AL 18 DE DICIEMBRE DE 2011
En la Conmemoración anual de la APARICIÓN de su bendita Imagen aquel 18 de diciembre de 1503.

DÍAS 9 AL 17
A las 7 de la tarde, NOVENA preparatoria en la ERMITA, estando la predicación a cargo de los Reverendos Sacerdotes:

ltmo. Sr. D. Pedro Carrasco Chacón
Vicario Episcopal para el Testimonio de la Fe y rector del Seminario Diocesano.
(Días 9,10 y 11)

D. José Manuel Barral Martín
Párroco de Villalba del Alcor y Administrador Parroquial de Manzanilla.
(Días 12, 15 y 16)

D. Manuel Sánchez Sánchez
Delegado Diocesano de Catequesis de la Archidiócesis de Sevilla y Párroco de Camas
(Días 13 y 14)

D. Leonardo Sánchez Acevedo. S.D.B.
Director del Colegio Mayor San Juan Bosco de Sevilla.
(Día 17)

Día 11, Domingo Eucarístico. A las 5 de la tarde, Acto Eucarístico, quedando expuesto el Santísimo, teniéndose turnos de vela. Al finalizar la Santa Misa se tendrá la acostumbrada Procesión Eucarística que rodeará el Monumento a la Virgen en la Plaza de España, terminándose con Bendición con el Santísimo y la salve a la Santísima Virgen.

Día 16, viernes. Al finalizar la Santa Misa, se tendrá el Santo Rosario con luminarias a la Tenería con el siguiente recorrido: Médico Luis Salazar, Empedrada, San Vicente, plaza Isabel II, Aparición y Tenería, regresando a la ermita por Aparición, Plaza Isabel II y Virgen de los Remedios. Acompañará el Coro de Campanilleros de la Asociación de Mayores San Isidro labrador de Villarrasa.

Día 17, sábado. Al finalizar la Santa Misa, Salida Procesional de la Virgen desde su ermita a la Parroquia.

DÍA 18 DE DICIEMBRE
A las 10, 30 de la mañana, Solemne Función Votiva, ofrecida por la Hermandad, la Parroquia y el Ayuntamiento, para cumplir el voto hecho por los Cabildos Civil y Eclesiástico en 1755,
y renovado en 2005.

Presidirá nuestro Parroco y Director espiritual de la Hermandad
Rvdo. Sr. D. Varghese Joseph Nelluvelil
Concelebrando hermanos Sacerdotes, estando la homilía a cargo del Sr. Inspector Salesiano
Rvdo. D. Francisco Ruiz Millán, S.D.B.

La armonización completa de esta Función estará a cargo de la
 Coral Polifónica de La Palma del Condado.

A continuación PROCESIÓN de la Santísima Virgen a la TENERÍA, lugar de su aparición, regresando seguidamente a su ermita. A su paso por la plaza Isabel II, la Hermandad depositará un ramo de romero al Monumento al Ilustre Religioso y Sacerdote Salesiano

Rvdo. D. Rafael Infante de Cos
Hermano Mayor Honorario Perpetuo de nuestra Hermandad e Hijo Predilecto de Villarrasa.

Después de la Procesión, el la Plaza de Espàña, tendrá lugar la tradicional “puja” de los regalos y donativos de los hermanos. Una vez finalizada ésta, las hermanas que lo deseen, en el interior de la ermita, portarán el paso de la Stma. Virgen hacia el Altar.

A las 8 de la tarde, Misa ante el paso y Salve de Acción de Gracias.

“Virgen y Madre de los Remedios, ruega por tus hijos, ruega por tu pueblo”


Fotos: Portada y contraportada de la convocatoria de cultos. Diciembre 2011. Hermandad Sacramentel de Ntra. Sra. de los Remedios. Villarrasa.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

El 15 de agosto de 1868.


               "¡Ja, que te lo has creído…!", me digo muchas veces cuando pienso –iluso de mí- que ya pocas cosas me quedan por saber de mi patria chica… “y lo que te rondaré, morena”.

               Y es que cuando uno menos lo espera aparece esa foto, ese libro, ese documento o, como en este caso, ese recorte de prensa que ofrece datos sobre cosas que vives y sientes como propias, que te dejan con flojera de piernas. Me ha pasado en más de una ocasión, no crean.. y puedo decir que pocas cosas hay más gratificantes en la vida (exceptuando, claro está, los placeres capitales).

               Pues sí, en un recorte del ABC de 1972 he encontrado una especie de crónica escrita por Fernando Ayesteran sobre cómo fue aquel 15 de agosto de 1868 en nuestro pueblo, además hace una breve referencia al devenir de la Hermandad de la Virgen en aquellos convulsos años de “La Gloriosa” y la “Restauración borbónica”. Siempre he dado por supuesto que ningún historiador en sus plenas facultades tiene necesidad alguna de escribir una fábula en un medio de comunicación de masas; es por lo que, con las debidas cautelas siempre dadas, tomo sus palabras como ciertas. Ignoro la fuente, aunque supongo que algo tendrá que ver aquel devoto decimonónico que se encargó de recoger por escrito sus vivencias para con la Virgen de los Remedios, así como las actas de la Hermandad que, precisamente desde aquel año, se pueden seguir casi sin interrupción.

               De esta forma, la devoción a la Santísima Virgen de los Remedios se estaba viendo fortalecida en la segunda mitad del siglo XIX, después del revés sufrido por las desamortizaciones, sequías, revoluciones, etc. En que la Iglesia perdió parte de su patrimonio y vinieron a menos el Hospital de la Misericordia y con él su Hermandad del mismo nombre. Es en 1867 cuando se reorganiza la Hermandad, ya llamada de Ntra. Sra. de los Remedios, se restaura la Imagen por Astorga y se fijó definitivamente la fiesta principal el 15 de agosto, que ya venía cobrando protagonismo desde 1845. No por ello dejó de celebrarse, antes al contrario, la fiesta del 18 de diciembre.

               Según el cronista, Villarrasa se dispuso a festejar aquel 15 de agosto de 1868 por todo lo alto, para “dejar por asentada para siempre la celebración agosteña”. De esta forma el pueblo contribuyó para que la jornada resultara inolvidable “rodeada de la mayor solemnidad y toda la ingenua suntuosidad pueblerina de entonces” –sigue apuntando el cronista. No se pierdan la jugosa descripción de los exornos, tanto de la Iglesia como de las calles del recorrido:

               “La Iglesia toda colgada de colchas de damasco, con guirnaldas y letreros de papel blanco picado; en todas las pilastras, jaulas con jilgueros y canarios cantores, y en torno al presbiterio, al altar de la Virgen y por toda la nave, numerosas macetas de albahaca de olor. Las calles que había de recorrer la procesión, Paraíso, Piñón, Larga, San Sebastián, Nueva y Misericordia, fueron vestidas de ramajes, alfombradas de yerbas olorosas y adornadas de arcos triunfales de romero y otros de aulaga pintadas de calamocha, cal y almagra, con flores de papel. También estaban adornadas las casas del cabildo en la plaza del Altozano con vistosas colgaduras de damasco grana (a partir de aquí, el texto sigue en cursiva, supongo que transcribiendo algún documento original) Y el cuadro de nuestra Reina Doña Isabel II en el centro y a uno y otro lado dos hermosas liras encendidas con aceite petróleo”

               Ya mis abuelos me contaban un exorno parecido cuando, en su niñez, se ponía la Cruz “en el aire”; lo que no sabía era que fuera lo común en cualquier celebración gloriosa de nuestro pueblo (lógico, por otra parte). Sin duda una recreación bucólica, con toda la ingenuidad del mundo, sí, pero todo un intento de bajar el mismo Paraíso a la tierra y ponerlo a los pies de la Señora. No me digan que no es sabroso…

               En septiembre de ese mismo año, Isabel II fue destronada y vinieron tiempos convulsos. La Hermandad sufriría de nuevo pero, a la par, la devoción a la Virgen seguiría en auge. No pocas veces fue sacada en rogativas ante las continuas desavenencias políticas, sequías y demás calamidades colectivas. Encargados de todo ello, se creó la llamada “Hermandad de los Capotes”, que fue una improvisada comisión de devotos “formada por catorce campesinos, ganapanes, pegujaleros y algún corto pelantrín”. El nombre de “capotes” hacía referencia a la modesta condición de sus integrantes ya que era la prenda que usaban los campesinos en días de lluvia. “Con el remanente de lo recaudado para estos cultos y otras limosnas, la Hermandad de los Capotes compró para la Virgen un manto nuevo de terciopelo verde, bordado en oro, que estrenó la Señora el 18 de diciembre de 1875”. Concluye el cronista “la fiesta de agosto de 1874 fue sonada (…)”.
               Lo bueno de todo esto es saber, precisamente, lo que aún queda por conocer. Tiempo habrá para ello y espacio en este blog también.

               ¡Sean felices!

Fotos: Grabado de 1857 y manto verde de 1875.
Fuente: ABC 16 de agosto de 1972, pags 31 y 32.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La Aparición.

               El otro día, en una bonita correspondencia cibernética, comentaba con mi interlocutor el celo y redaños que nuestras abuelas ponían en defender sus costumbres y tradiciones. Y ¡cuánto cierto hay en ello!, recuerdo a la mía, que se marchó al Cielo, hablar con auténtica pasión sobre la historia de Pedro “el” de la Cruz y la “Aparición” de la Virgen de los Remedios. Todos nuestros mayores se la sabían, como se suele decir, al dedillo. Eso sí, cada cual iba introduciendo algo de su propia cosecha, bien por contaminación de otras advocaciones, bien por dar más énfasis en ese orgullo ancestral de vernos elegidos por la mano celestial como depositarios de tan peregrina Efigie.


               De tal manera que el relato ha llegado hasta hoy en múltiples variantes: Recogida por escrito, de puño y letra por Fray Felipe de Santiago, mecanografiada en 1760 (que adjunto en esta entrada), y de forma oral de generación en generación. En unas fueron dos jóvenes, en otras dos ángeles; hay quiénes llegaban a decir que la Imagen “aparecida” era de menor tamaño y la metieron dentro de la que se le da culto (cosa que se ha demostrado científicamente falsa), en otras se asegura que la Virgen llegó en un cajón con la inscripción “Aquí tienes tu Remedio”, en otras, dicha expresión salió de labios de los dos mancebos que entregaron la Imagen. Hay quien sostiene que la aparición fue a la mañana siguiente del hospedaje de los dos mancebos, que dejaron el precioso regalo y Pedro se lo encontró recién levantado de la cama; de la misma forma están los que dicen que la Virgen fue entregada al momento en que nuestro Pedro confesó las tribulaciones que estaba pasando. En algunas versiones se describe a Pedro de la Cruz como hombre pobre, en otras se asegura que fue rico. En este mismo manuscrito del mencionado fraile franciscano remonta la hechura de la Imagen al anacoreta San Simeón Estilita, anterior a la conquista musulmana. También hubo versiones que aseguran que trasladaron la Virgen a la Iglesia y al día siguiente volvió a aparecer en la tenería, incluso para asegurarse bien, la trasladaron solemnemente junto al pueblo, clero y autoridad civil, y en la plaza (plaza Vieja) quedó la cruz parroquial inmóvil impidiendo el traslado y sólo consintió cuando se construyó la ermita y hospital. Con respecto a la ubicación exacta de aquella curtiduría de pieles en donde apareció, también hay sus más y sus menos… Como podrán ver, hay donde elegir. Y eso, precisamente, es lo que le da sabor.

               Y es que la tradición oral tiene valor por ser precisamente eso, tradición oral. Constituye en sí misma un lote completo del que no podemos coger lo que más nos interesa. Otra cosa son los estudios científicos que puedan llevarse a cabo, pero, repito, la tradición oral tiene valor en sí misma, no tanto por los datos que pueda ofrecer (algún sustrato de realidad tiene que haber necesariamente), sino por su riqueza literaria y lo que supone para la cultura popular de un pueblo. Yo tengo mis hipótesis, no crean, largas charlas con el recordado D. Manuel Babío me dieron para mucho… pero eso ya será para otra entrada, pronto.

               Mientras tanto, me dejo sumergir en la historia viva (o, al menos, no se ha muerto del todo), que sigue alimentándose con el decir de nuestros mayores, y aparto datos y empirismos varios. Por eso, me gusta saborear la gélida penumbra del Rosario de luminarias de la víspera del 18 (como ha de ser siempre, en la víspera del 18) y escuchar a las abuelas decir, cinco siglos después: “vamos con antorchas como fueron la gente a ver qué ocurría “ancá” Pedro el de la Cruz”… de fondo se escuchan los campanilleros:

“Pedro de la Cruz cercado
de angustia y tribulación
logró en vuestra aparición
verse por Dios remediado.
(…)”

               Y da la sensación de que, mezclado al de los penachos de romero, me llega un aroma de piel recién curtida…


sábado, 12 de noviembre de 2011

Entrada número 100.

               ¿A quién, si no, iba a dedicarle la entrada de número tan redondo?


               Esta foto, sencillamente, me fascina. Fuera aparte de que su protagonista sea la Cruz, se me antoja una instantánea redonda. Digna de un cuadro de Velázquez. Nada en ella desentona, ni siquiera el poste de tendido electrico que sobresale, ni la destartalada canal maestra ... hasta eso tiene su "ángel". Pavimento empedrado (eso sí que era un empedrado y no el burdo remedo que hicieron en la Alcantarilla y calle Empedrá), unidad estilística en las fachadas encaladas, rejería tradicional... incluso el color del cielo (¿nublado? -qué raro-) ayuda a unificar el cromatismo.

               Y qué decir de Ella y cuanto la rodea... Aún faltaban dieciséis años para que un servidor, por primera vez, viera la luz y la viera a Ella (vamos, que viene a ser lo mismo). La procesión "grande" al caer la tarde, después del Romero. Salía de la Iglesia a eso de las cinco: Paraíso, Piñón, Larga, San Sebastián, Nueva, San José... y en ese punto, al entrar en Virgen de los Remedios, la Hermandad paró el reloj de su historia por unos instantes, para que esta foto nos sirviera de referencia... Luego seguiría por San Vicente, otra vez Piñón para ya, al anochecer, hacer su entrada en su capilla en la calle Cruz. Allí, a sus puertas seguiría la fiesta con "bailes populares" bajo un "alumbrado a la veneciana" (qué candor el de aquellas convocatorias en sepia).

               La Cruz en refulgente paso tallado y dorado, flores que daba el tiempo y los arriates pinchadas en hojas de chumbera (qué alquimia la de la priostía de entonces...), incluso un detalle que hoy se vería como una incorrección, el "Simpecado" en el último tramo, en esta foto no hace más que reafirmar las costumbres originarias de las Hermandades de gloria. Lo que conocemos como "bacalao" o gallardete (bandera recogida al asta en señal de duelo), eran más propios de las de Penitencia; y las de gloria, con el tiempo, las hicieron también suyas. Por entonces ya la Hermandad usaba gallardete, pero, curiosamente en esta foto aparece el Simpecado cercano a la Cruz... pudo ser porque fue el año de su estreno, en que sustituyó a la maravilla que bordó Rodríguez Ojeda.

               No hace falta hablar del acompañamiento, del fervor de las gentes... eso, al igual que hoy, huelga comentarlo.

               Si me dijeran cual podría ser la foto resumen de toda la historia de la Hermandad, desde sus comienzos hasta los tiempos actuales, sin ninguna duda sería esta. Al menos para mí.

martes, 8 de noviembre de 2011

Cara a cara.

               Nada nuevo bajo el sol. En la resaca del tan cacareado debate electoral de los principales partidos políticos… lo mismo de siempre: para los medios afines a la derecha, Rajoy; para los afines a la izquierda, Rubalcaba. Algunos parecen que han escrito su crónica mucho antes de, siquiera, llegar el primer candidato al lugar del encuentro. El ser humano, por naturaleza, gusta de navegar con viento favorable…. Los hay incluso que parecen estar haciendo las maletas ante el supuesto inminente cambio de color político de sus jefes en los medios públicos. Otros, entrenado para disponerse a lambiar la bota que le pisará el cuello. Un asco, vamos.


               ¿Dónde queda el análisis objetivo y sin prejuicios? Vivimos en la dictadura del periodismo barato, de la opinión de la primera autoridad moral que así se autoerija como tal. Yo ya sabía de antemano lo que iba a decir el ABC, El Mundo, El País, La Vanguardia, etc, etc… son tan previsibles… Por lo demás, creo que en lo único en que se nota que se estrujaron las meninges fue en escudriñar el color de las corbatas de ambos candidatos…

               Como mi opinión no depende de otras y creo tener criterio para crearme una sobre lo que percibo, Pienso que lo de anoche fue un más de lo mismo: un Rubalcaba que ya actúa como si estuviera en la oposición y un Rajoy que no suelta, ni con agua hirviendo, lo que va a hacer si gobierna; bueno sí, se sabe, pero parece que le da pudor confirmarlo. Evasivas, acusaciones, “y tú más”, llevarse el debate a terreno cómodo, pasar de soslayo por temas importantes, hablar del tocino y saltar con la velocidad… Sólo destaco algo dicho por Rajoy que me preocupa profundamente (y me preocupa porque parece ser que será nuestro próximo Presidente del Gobierno): ¿Nadie se ha percatado de la barbaridad que dijo con respecto a la Educación?... Mientras no se me aclare, lo interpreto como un: Nada, nada, si lo tuyo es apretar tornillos en una fábrica, ¿para qué quieres aprender Inglés, Geografía, Historia, Filosofía o Literatura? Terrible.

               Por lo demás, no me vengan con monsergas ni con rellenos más o menos forzados de contenidos en dispares tertulias televisivas o radiofónicas. Lo que vi anoche no fue más que una versión trajeada y televisada de una pelea de patio de recreo. Anoche no se escuchó lo que queríamos escuchar por parte de ambos candidatos. De la misma forma ahora sí estamos leyendo, viendo y escuchando lo que de sobra sabíamos que íbamos a leer, ver y escuchar por parte de los medios de comunicación.

               Cuánta razón la de mi bien admirado cuando dijo ESTO en su blog "Hay dos verdades".

martes, 1 de noviembre de 2011

El luto de la Madre.

               Hoy, solemnidad de Todos los Santos, es un día de gloria. Sin embargo, los cofrades lo hemos manoseado hasta el punto de hacerlo sólo un mero día en que aparecen nuestras "vírgenes" ataviadas de riguroso luto. Puede haber algún conspicuo cosquillas que diga que hay que ir con la liturgia y hoy han de presentarse de blanco... si por la liturgia fuera, estarían casi todo el año de verde. Por eso, es mejor que los cofrades no entremos en hondura con la liturgia, que puede que más de un "ropón" se quede en casa a la hora de sacar una procesión a la calle.

               De cualquier forma, hoy es de esos días preferidos para los devotos de la santa blonda, sagrada mantilla y benditos alfileres. Hoy, más de una cátedra de sentará en iglesias, capillas y oratorios para pasmo y admiración de los profanos en la materia: Que si cuello cerrado, que si pollero abierto, que si saya entubada, que si... vayanse a saber. Comoquiera que las imágenes de María Santísima no son "Nancys", sino representación plástica de la Madre de Dios; cada año me da más "miedo" que lleguen estas fechas en que el arte cofrade nos muestra a la Santísima Virgen "de luto". Parece que la delgada linea que separa la tradición de Todos los Santos con la advenediza fiesta de Halloween, está, cada año, más desdibujada.

               Si de gustos particulares hay que hablar, me quedo, por supuesto, con la sobriedad para esta fecha.... pero con su "mihita" de gracia, siempre. Dejo unas fotos de la Dolorosa de infinita belleza (tal como se encuentra en estos meses), que tenemos la dicha de tener aquí, en nuestro pueblo. No me gusta hablar en estos términos y menos de estas cosas pero, de cuantas conozco, no las he visto más guapa que Ella. Lo siento, el cuerpo me pedía decirlo.



domingo, 30 de octubre de 2011

Tosantos.

               Siempre que llegan estas fechas próximas a “Tosantos”, suelo experimentar una serie de sensaciones contrapuestas. No sé si será el cambio de tiempo (menos mal que ya se puede decir que está aquí el otoño… se hace de rogar cada vez más), el cambio horario o, simplemente, las connotaciones que mi historia vital ha ido grabando en mi percepción de las cosas. No sé, la verdad. Digo contrapuestas porque cada año las experimento en función de mi contexto emocional: Hay años en que se me antoja y deseo fervientemente la candorosa melancolía de estos días en los que la luz se vuelve en estado sólido; otros, la excesiva mohína me pone, anímicamente, a los mismos pies de los caballos.


               Este año, de momento, afronto estos días con una rara mescolanza. Por un lado, estar liado con las cosas de la Cruz en esta época (nunca he dejado de estarlo, pero no con la intensidad de este año. Ya sabrán por qué…), me hace parecer estar en el mes de abril, si bien, también con sus flores y espinas pues hace días despedíamos a una crucera que me quería con delirio y ya pueden imaginar sobre qué tema fue nuestra última conversación; y, por otro lado, el recuerdo de una persona, mi abuelo, que nos dejó tal día como el de pasado mañana de hace exactamente veinte años. Sí, el jueves 31 de octubre de 1991, como para olvidarlo…

               Y es que esta tarde, hace sólo un rato, preparando las jarras para los nichos (no es algo que me entusiasme demasiado hacer… pero bueno)… se me vino a caer y estrellarse, precisamente, la del de mi abuelo. Me ha servido para que, de sopetón, se nos viniera a la mente su recuerdo. El de un hombre humilde, trabajador, sencillo, siempre en segundo plano, prudente, libre de prejuicios y, como se dice actualmente, a su bola… nunca se privó de placeres (los que su tiempo y circunstancia le permitían), pero siempre estaba ahí cuando hacía falta y cumpliendo como el primero. Supo administrar bien su libertad sin coartar la de los demás. Sí, querido abuelo, esa fue tu enseñanza póstuma en mi persona, a la que tantas veces he tenido que recurrir en mi vida.

               Te fuiste aquella mañana, de aquel día que ya me tocaba ir al colegio, porque llevaba una semana en cama por rotura fibrilar en el abdomen y, además, por la tarde tenía examen de Sociales. Fui a despedirme de ti, como cada mañana, y fui testigo de tu partida. Aquello, a las puertas de la adolescencia y en las especiales circunstancias que estábamos viviendo, me marcó sobremanera. Hoy, veinte años después, me ha venido el recuerdo con una viveza que hacía tiempo que no sentía. Me van a perdonar –seguro que sí- mis otros familiares difuntos, pero hoy mi homenaje va para ti, titulando esta entrada con el nombre de la que decías ser tu fiesta favorita: El día de “Tosantos”. También fue casualidad que en dicho día pasaras a formar parte de la tierra de la que todos, antes o después, también lo haremos.

sábado, 29 de octubre de 2011

Nada más que añadir...

...bueno sí, un +1

http://www.diariodesevilla.es/article/opinion/1098920/ana/mato/y/otros/artilleros.html

Transcribo:

 "Ana Mato y otros artilleros

Alejandro V. García
Actualizado 27.10.2011 - 01:00

EL silencio espeso de Javier Arenas tras las declaraciones despreciativas de Ana Mato hacia la escuela pública y los escolares andaluces demuestra, por comparación, lo muy hipócrita que fue el aquelarre montado a propósito de las no menos desconsideradas manifestaciones de Duran Lleida sobre los jornaleros del PER. Es difícil saber cuál de las dos agravios es más despectivo y arrogante. Porque si el del líder de CiU nutría el tópico del andaluz zángano y borrachín el de Ana Mato refuerza el de la Andalucía inculta y los niños analfabetos. Si se unen ambos solecismos nos saldrá una Andalucía calcada a los daguerrotipos decimonónicos o a las imágenes de La Chanca allá en los años sesenta. Una Andalucía agraria con los bares repletos de haraganes pobres y bebidos y niños que vagabundean por las calles exigiendo monedas a los turistas y tirando de un asno. Tópico sobre tópico. Es más, yo, como muchos padres, me siento más concernido por la descalificación de Ana Mato hacia el sistema educativo que por las alusiones pintorescas de Duran. Al fin y al cabo yo (para bien o para mal) soy producto de la escuela pública, y de los institutos y la universidad públicos y con horarios nocturnos. Y mi hijo estudia en el colegio público de un barrio de Granada de cuyo celo educativo me siento muy satisfecho.


Pero las alusiones de Mato (y el silencio ya aludido de Arenas y demás dirigentes del PP andaluz, más las disculpas comprensivas de Soraya Sáenz de Santamaría) van mucho más allá de la fijación de un tópico, pues ocultan la intención de contribuir a la voladura del sistema de enseñanza pública y gratuita. No es cierto que los escolares estén tirados en las aulas. La derecha lleva años explotando con éxito el truco de buscar con lupa una excepción para convertirla en escándalo general. Si hay un aula con gotera, todas las aulas tienes goteras. Si hay un colegio sin ordenadores, todos los colegios carecen de computadoras. La escuela pública debe aspirar a los mayores niveles de calidad, pero la calidad no es su único fin, su objetivo inseparable es universalizar el derecho a la educación, y en este sentido el trabajo y el empeño de maestros y profesores es irreprochable.

Lo verdaderamente preocupante no es que en cierto colegio un fotógrafo haya tomado una imagen de niños en el suelo. Lo que nos debe preocupar es que la presidenta de la Comunidad de Madrid haya subestimado el trabajo de miles de docentes que cada día se empeñan en sacar adelante con medios precarios la gigantesca y solidaria tarea de le educación pública y que, en las distintas comunidades, lluevan los obuses contra el sistema de formación con el propósito de exaltar la educación privada a una mes de las elecciones. Las palabras de Ana Mato no son otra cosa que una parte de ese fuego de artillería."

jueves, 27 de octubre de 2011

En el suelo.

               Ya es que aburre, jarta, hastía, fastidia, irrita, asquea, cansa…  Ahora le toca el turno a Ana Mato, Vicesecrataria general del PP. Y mucho me temo que esto no ha hecho más que empezar.
               Cuando un político llamado a gobernar en la cosa (rex) educativa observa una foto donde una maestra imparte una clase sentada en el suelo con sus alumnos, lo más normal es que piense que se trate de una actividad psicomotriz, un cuentacuentos, una asamblea… o simplemente cualquier otra actividad que lo requiera o, simplemente, se haya antojado para amenizar la sesión; pero no, la pobrecita mía dice literalmente, y así lo hace saber a los cuatro vientos: "Los niños dan clase en el suelo en Andalucía". ¡Y se queda más ancha que pancha!
               Se le puede atribuir torpeza, lapsus, confusión inocente, Incluso un “¡Ay!, no sabía que hubiera más formas de dar clases que la de estar sentados y callados en el pupitre a la orden del Sr. Maestro, palmeta en mano dispuesto restallársela al primero que tosa…”. Pero mucho me temo que en alguien que llamó “analfabetos” a los niños andaluces, no puede haber más inocencia que la de estar supeditada a la ley de la demagogia y de la tergiversación con tal de rebañar votos, pese a quien pese, caiga quien caiga, se insulte a quien se insulte. Un alacrán, por muy inofensivo que pueda parecer, siempre aprovechará la más mínima para clavar el aguijón, no sabe ser de otra manera.
               No seré yo quien defienda las bondades de las políticas educativas andaluzas (y no hablemos ya de la selección para acceder al cuerpo de Maestros…). No trato de tomar partido por nada ni por nadie, ni me amarra ninguna sigla (lo digo por cuantos gustan de etiquetar). Pero utilizar de forma tan torticera una simple foto para formar todo lo que se ha formado… va un trecho.
              Háganselo mirar, señores políticos…. no nos tomen por lo que Vds. piensan de nosotros. Y, por favor, no ataquen más a la base... no sé qué clase de tirria le habéis cogido a la agricultura y a la enseñanza... puede ser que no aguantéis que un agricultor pueda pernoctar, aunque sea una sóla noche, en el Hotel Palace de Madrid.... o que un maestro pueda propiciar una generación que tenga la libertad suficiente para deciros a la cara: ¡Iros a freir puñetas!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Coronación de la Virgen del Valle

               Mis amigos de "La Palma Cofradiera" y "Sentir Palmerino" me piden que inserte en mi blog el cartel de la Coronación Canónica de su Patrona, la Stma. Virgen del Valle. Sus deseos, tratándose de lo que se trata, son órdenes. El acontecimiento tendrá lugar en la mañana del domingo 23 del presente mes de octubre. Sin duda, todo un hito en el devenir de esta bella localidad condal a la que tantos lazos nos unen los villarraseros.


Para más información sobre los actos y cultos a celebrar con motivo de dicha Coronación, sólo hay que visitar los siguientes blogs:



sábado, 1 de octubre de 2011

El atrevimiento de la ignorancia...

              Cuando me oyen decir que la clase y la elegancia no es cosa del estar o el parecer, sino del SER, hay casos que me lo ponen muy en bandeja; como el último eructo del Presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña que para sostener una tesis, una vez más, arremete y desprecia todo aquello que le es ajeno (pincha aquí).

               Muchas cosas se me han venido a la cabeza, muchas ganas de romper algún tiesto... pero no, respiro hondo, cuento hasta diez y me reafirmo en lo que siempre digo: "cada cual ofrece de aquello que le sobra". Ante una persona que hace proselitismo de la incultura, la ignorancia más profunda y la cretinez; no merece más que la misma reacción que cuando escuchamos a un burro rebuznar (por muy de Dior que vista).

               Sin más tiempo dedicado a este "prenda", os dejo una auténtica LECCIÓN MAGISTRAL dada por el catedrático D. José María Pérez Orozco sobre el habla de la tierra de Trajano, San Isidoro, Averroes, Nebrija, García Matamoros, Góngora, Béquer, Machado, Lorca, Juan Ramón, ... infinidad de personas a las que no se les entendía "ni papa" cuando hablaban...

               ...Cuando digo que la clase y la elegancia no está en el parecer...


http://blip.tv/corchea69/morfolog%C3%ADa-del-humor-i-jose-maria-perez-orozco-2380354

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El Instituto.

               Sólo cuando tuve en mis manos el extracto de la nota de Selectividad y vi un 10 al lado del casillero “Filosofía” (entre nueves, ochos, y algún siete…) desperté de sopetón y tuve la horrenda y, a la vez, balsámica sensación de que se habían llevado seis años de mi vida tomándome por un perfecto gilipol.las… a veces horadándome la autoestima hasta límites obscenos. Sí, tengo ganas de echar la pota… me lo pedía el cuerpo. No pretendo darle otra patada a la Enseñanza Secundaria, bastante tiene ya con las de la Aguirre y la Cospedal (que no sé a qué viene tanto asombro cuando todos sabemos cómo se las gasta la derecha con la Educación), sino contar parte de mi experiencia particular que, supongo, pertenece ya a otra época, con formas y métodos manifiestamente distintos (Lo de los canis y la generación "Ni-Ni" aún estaba lejos... aunque empezando a engendrarse...).


               Mi paso por el instituto se produjo en una inestable etapa de transición entre una caduca ley del 70 y una demasiado moderna LOGSE, muy bien planteada siempre que en la práctica no topara con la mentalidad del yugo y el látigo que aún existe indeleble. En semejante gazpacho, uno se podía encontrar de todo: Profesores de Educación Física impartiendo Historia, de Filosofía dando Educación Física o Cultura Clásica, los de Historia dando música, alguno de Francés o Historia dando Ética, de Dibujo dando Informática, de Inglés dando Lengua, de Lengua dando Inglés… . La excelencia, como siempre, la gran jodida en todo este putiferio (con perdón). Siempre que empezábamos un curso, la misma cantinela: “Toda la culpa a la Administración, hasta de no poder dar el temario completo…” parecía que con eso ya algunos ponían su conciencia a salvo…

               De tal manera que mis años allí se pueden dividir en dos etapas bien diferenciadas: la de la etapa BUP y la de Bachillerato LOGSE. La primera fue poco menos que un preparatorio para la cárcel, la segunda… bueno, no tanto, pero sí de gran confusión ya que pertenecí al llamado “curso piloto” de la nueva legislación educativa. De cualquier forma, lo que no está en la ley se puede suplir con voluntad… lo que ocurre es que ésta tampoco era muy brillante que digamos en algunos docentes de los que yo denominaba en la anterior entrada como “chichibailes” (hago especial hincapié en que no todos eran así): Unos necesitaban chulear de conocimientos aunque no supieran ni papa de didáctica, ofuscando más que arrojando luz, como queriendo decir: “Por más que intentéis, no llegaréis a lo que yo sé…”; otros tenían necesidad de descargar sus complejos y frustraciones en personas que consideraban más débiles, con formas pseudo-dictatoriales que más que respeto provocaban risa. No faltaban los que, sin tapujo alguno, llevaban a clase sus problemas familiares y sus “malas noches” (ya saben a qué me refiero). Estaban, también, los que no dudaban en hacer alarde, cada dos por tres, de su impostura; espetando eso de “a mí me da igual que aprendáis, yo voy a cobrar lo mismo a fin de mes…” (de hecho fue la primera lección que aprendimos)… Y no faltaron quienes, simplemente, se comportaban como auténticos payasos (con perdón por este dignísimo oficio) queriendo ir de “guays” con amaneradas posturas que me causaban repulsión. Pronto tuvimos que acostumbrarnos a convivir con expresiones del tipo: “El que no sirva para esto, ahí enfrente está FP”, “la clase de los villarraseros…”, “los niños a la pista de futbito, las niñas a la de voleyball”, “esto teníais que haberlo aprendido en el colegio, lo que pasa es que vuestros maestros eran ton.tos”, “nosotros no somos maestros… somos licenciados” (se pueden imaginar la ridícula altanería)… Con estas estimulaciones que algunos se gastaban, díganme qué actitud podría provocar a la caterva de quinceañeros de hormonas revueltas que saturábamos las clases (más de cuarenta, a veces). Llegamos del Colegio con unos esquemas bien formados. Lo maestros eran considerados semi-dioses… pronto, todo aquello se nos vino abajo.

               No sabemos cuánto bien pero, a la vez, cuánto daño podemos llegar a hacer los que nos dedicamos (aunque sea potencialmente) a la educación de nuestros niños y adolescentes. Doy fe de que en el Instituto había auténticos muertos vivientes, jóvenes a quienes les habían matado el espíritu… no se puede decir tan alegremente determinadas cosas inadecuadas , en momentos y a personas inadecuadas… ya que pueden causar indecible daño. Sólo hay que tener un mínimo de conocimiento sobre psicología infantil y adolescente para saber lo que estoy diciendo.

               La primera y la última vez que se me saltaron las lágrimas de rabia ante un boletín de notas fue cuando una profesora de Educación Física que nos impartía Historia (reconoció no dominar la materia que, por otra parte, me fascina) se permitió el lujo de suspenderme en el primer trimestre porque, a su parecer, en los exámenes de desarrollar no me ajustaba estrictamente a lo reflejado en el libro (habría que verla corrigiendo, comparando palabra por palabra…).

               Otra anécdota me sucedió cuando una profesora (que no impartía su especialidad) escribió en la pizarra la palabra “magister” y la pronunció con una “g” fuerte que, por narices, le tuvo que doler la garganta. Yo, levantando tímida y respetuosamente la mano, le espeté –“magister” (con “g” suave), al momento, la buena mujer ardió en ira, como un Son-Goku antes de luchar; y, con un aire chulesco que tiraba de espaldas, me recriminó ante toda la clase: -“Mira, niño, que yo no voy a aprender Latín sólo para enseñarte a ti, ¿vale?”… Aquello, dicho de aquella forma, ofendió mi dignidad.

               Y una tercera anécdota. Una profesora me llegó a confesar que al principio se sentía incómoda conmigo en clase ya que, decía, yo la miraba con cierto aire intelectual, desafiante, como de estar constantemente sancionando mentalmente sus explicaciones (cuando en realidad era todo lo contrario). Aquello condicionaba, en parte, mi nota en las sesiones de evaluación… "para que se me bajaran lo humos", porque, claro, “Tu eres capaz de más…” (frase que me ha perseguido sin piedad a lo largo de mi paso por Secundaria). Aquella confesión me destrozó anímicamente y me sumió casi a las puertas de una depresión, porque aquello ya se me escapaba de las manos, ¿qué tenía que hacer?, ¿ser otra persona?, ¿aparentar agobios y tener el pupitre lleno de apuntes, lapiceros, libros, stress y nerviosismo?... tendría que ser otro yo… En mi mesa no había más que media cuartilla, un boli y el libro cerrado en la esquina superior izquierda y mi semblante tranquilo…. Los agobios (que nadie sabe cuántos tuve) me los comía en la soledad de mi habitación. Aquella forma de proceder me produjo no pocas desavenencias, tanto con profesores como con compañeros.

               Gracias a Dios, no todos fueron así. Existían otros cuya profesionalidad y calidad humana estaban a prueba de bomba. De entre ellos, sin menoscabar a ninguno de este grupo, destaco a tres que me marcaron en mi devenir posterior: Fernando Ortega, María del Mar Gijón y Luisa Ponce. Grandes entre los grandes. Al primero le debo mi amor incondicional por la Literatura y la actitud crítica ante cualquier acontecer en la sociedad… aún hoy, cuando me dirijo a él vía Facebook, mido muy mucho cada una de las palabras que escribo. María del Mar fue un inmejorable Omega para el mejor Alfa que tuve en la enseñanza del idioma inglés. Y Luisa Ponce… qué decir de ella, si es que deseaba que sus clases (con ella, paso de decir la ñoñería de "sesiones") no acabaran nunca… con qué gusto me hubiera llevado toda la jornada escuchándola. Hoy, un escalofrío me recorre el espinazo nada más pensar que ya forma parte de la tierra que tuvo el privilegio de ser pisada por ella. Creo que le dedicaré una entrada... le debo mucho.
               Si, ya sé que he sido duro (y extenso)… pero es una prueba de que no me gusta ensalzar por ensalzar… nunca he sido pelota, ni caeré en el empalagoserío del “guardo de cada uno un grato recuerdo”… Lo que hago, me gusta hacerlo de corazón. Eso sí, de todos he aprendido algo, aunque sea el no quererme parecer a algunos.

               P.D: Por supuesto, asumo los “cates” que me merecí, sólo los que merecí (que tampoco fueron pocos).

sábado, 10 de septiembre de 2011

"El goma"

               Y mira que se empeñaban en decirnos “¡¡¡Niñoooss!!!, ¡¡¡¡El goma noooo, se dice LA gomaaaa!!!!


               Como muchas veces digo, cada época del año trae un aroma distinto. Para mí, el de septiembre no es ninguno que tenga que ver con creencias religiosas, ni con costumbres ancestrales del terruño, ni nada parecido. Septiembre me huele a madera de lápiz nuevo, a borrador MILAN recién estrenado, a cuaderno de dos rayas en blanco, a tinta de libro nuevo…

               A noches de víspera del primer día de clase subiéndome por las paredes de puro nervio, a Colacao mañanero, que no sé por qué ese día siempre me lo servían hirviendo, cuando me había llevado todo el verano tomándomelo frío (como, por otra parte, más me gusta), a reencuentros por los pasillos, a “¿cómo será el profe?” a… muchas cosas que las llevo grabadas a fuego.

               Hace casi un año decía que recuerdo el colegio como un lugar donde me lo pasaba bomba. No puedo decir lo mismo del Instituto. Jamás comprendí qué era eso de exámenes “de recuperación” o qué diantres era lo que se recuperaba… De cualquier forma siempre me he movido en eso tan recurrente del “Tienes capacidad para más, pero no estás motivado”… como si la falta de motivación fuera congénita. Siempre he tenido una extraña habilidad para con los distintos profesores que han tenido la dicha o desdicha de tenerme como alumno. Los niños y adolescentes no tienen un pelo de tontos (al menos, no teníamos) y notábamos –yo notaba- a leguas cuándo un “profe” sentía en el fondo de su alma lo que estaba impartiendo o cuando lo hacía por mero “cobrar a fin de mes” (verídico). Siempre he sacado las mejores notas con los docentes “cañeros”, los duros, los temidos por los alumnos… los que nos hacían temblar nada más se dejaban ver venir por el pasillo. No me pasaba lo mismo con los “chichibailes”, esos que traían de calle a las niñas (o a los niños cuando eran profesoras)… no saben cuánto me repateaban los bajos fondos el que resolvieran las sesiones con un “Haced un resumen del tema y las actividades de la página 24… mañana las corregimos”… yo, automáticamente, pasaba tres kilos. Eso sí… qué supermegaultraguays eran… que no hacían de sus clases un plomo y que nos iban a aprobar a todos… menos a mí. Recuerdo una vez que tuve la osadía de corregir a uno de esos mientras “explicaba”, jamás me lo perdonó y me las hizo pasar canutas hasta casi hasta última hora.

               Con el tiempo y una caña (más ahora que creo conocer algo del engranaje interno) me fui dando cuenta de demasiadas cosas en esto de la docencia. El respeto (entiéndase la estima alumno-profesor) es algo que se debe ganar, no nos viene dado porque sí. Muchas veces pienso que los docentes no sabemos de verdad lo que tenemos entre manos. Es algo demasiado serio como para tomarlo a la ligera. Una vez le dije a mi padre que ser agricultor era de lo más bonito, pues se trataba de cultivar la materia prima, base de la economía y a la que debemos el nacimiento de la cultura y la civilización. Él me dijo –más bonito es ser maestro, porque cultiváis a personas-. Me dejó noqueado. Eso me enseñó más que sesiones enteras de Epistemología de la Educación.

               Sobre mi vida en el instituto puedo escribir un libro… de momento lo escrito es nada. Entradas de blog suficientes habrá para ello. No se pierdan el próximo capítulo…

lunes, 5 de septiembre de 2011

With two eggs

               No me he podido resistir a subir esta foto que me he encontrado por esos mundos de Facebook. Una carta de la Presidenta de la Comunidad de Madrid a los maestros y profesores, corregida por uno de estos. No tiene desperdicio:



Pueden verlo en su tamaño original pinchando en este enlace: http://yfrog.com/z/klsoesbij

jueves, 1 de septiembre de 2011

Ulises.

               Yo, que a veces suelo ponerme tan impertinente con profundidades filosóficas, no puedo evitar embobarme cuando me reencuentro con videos como el que adjunto.

               Me trae recuerdos de aquellos veranos de mi niñez, cuando ya la siesta iba de paso y aún resonaban los ecos de la sintonía de "Falcon Crest", "El Halcón Callejero" o de "El Coche Fantástico". De tardes de mantas tiradas en aquel suelo de baldosas rojas de cemento y anchos muros de tierra y laja que guardaba cabe sí todo el frío acumulado del invierno (nada de aparatos de aire acondicionado). Las puertas del cierro abiertas de par en par dejaban entrar la fresca marea vespertina uniéndose al frescor de los arriates del patio recien regados. Las peleíllas con mi hermano... que, a veces, acababan con el "enmohinamiento" de uno de nosotros... o con el de mi madre, cuando escuchaba la rotura de alguna maceta (...nuestra manía de ponerlas demarcando porterías)...

               Era escuchar la sintonía de la serie de dibujos animados "Ulises 31", para volver a nuestros puestos en la manta frente al "Radiola". Hoy, me ha dado escalofrío volver a escuchar esta canción:

martes, 30 de agosto de 2011

Transparencia.

               Así es. Ahora resulta que los políticos (no todos, a Dios gracias) se quieren lavar las manos y quedar de santitos haciéndonos ver lo buenos y honrados que son porque, claro, hay que hacer leyes que promuevan la transparencia en su gestión. ¡Ole ahí!, yo es que me quedo a cuadros.

               ¿Se imaginan que haya que hacer leyes para que los maestros firmen las actas de evaluación, o para que a los carpinteros no se les olvide el martillo en casa, o que los locutores de radio se coloquen correctamente el auricular antes de entrar en antena...?. Definitivamente, la tontuna nos ha invadido, así de claro.

               A ver... lo diré despacito para que se me entienda: Estimado político (omito el "/a", porque en el masculino neutro caben también las políticas... y ahora táchenme de machisto, perdón, machista) de distinto color y pelaje, la transparencia es un valor que se os tiene por obvio, por el mero hecho de ser las personas elegidas por el pueblo para administrar los bienes que son comunes a todos. ¿Te queda claro, o hay que hacer también un decreto para hacertelo ver?.

               La verdad, no me quiero imaginar cómo debe estar el patio como para que tengan que regular, a golpe de ley, algo tan por supuesto en la clase política. Da a entender que hasta ahora todo ha sido el... eso mismo de la Bernarda. En esta piel de toro seguimos con la misma cantinela de siempre: que me regulen hasta lo que tengo que comer... porque me es irresistible caer en la tentación. ¿Acaso no tenemos la suficiente capacidad ética y moral?

               Aquí dejo un video de políticos que... en fin. Si es que encima hay que reirse.

jueves, 25 de agosto de 2011

Revista de Feria 2011

               Decía el año pasado que, a estas alturas, ya no me entusiasma este tipo de publicaciones…, y no porque esté mal hecha, al contrario, sino simplemente porque ya no la espero con tantas ganas como antes.


               También decía el pasado año que no me gusta que las Hermandades intervengan donde no les compete…. que ya éstas tienen sus propios medios para llegar a su público.

               También dije el pasado año que ya que el Ayuntamiento se toma la molestia de invitarlas a que escriban, que lo haga con todas.

               Y dije también que me alegré mucho no ver nada escrito por parte de mi Hermandad de la Cruz. Este año no ha ocurrido lo mismo, obvio es que ese tipo de decisiones no las tomo yo… de cualquier forma, si la han invitado, la cortesía es un valor que hay que ejercer siempre y se ve que mi Hermandad así lo ha hecho; Ahora bien, les rogaría encarecidamente que no entren en un más que visible terreno movedizo… lo que nos faltaba es que nuestra revista de Feria se convirtiera en un mano a mano ridículo para ver quién tiene o hace más.

               Dije el año pasado que “simplemente chapó” por el artículo de mi maestro de Matemáticas (nótese que omito el prefijo “ex-“). Este año, nada más tengo que añadir.

               Por destacar algo, me llama poderosamente la atención cómo colaboradores que dicen verdades como puños (léase “GENERACIÓN Y”) tienden a ser anónimos ¿Tanto pudor hay a decir lo que se piensa con respeto, cosa que yo aplaudo a rabiar?... bueno, no soy yo quién para pedir semejante cosa, cuando en el blog firmo con el seudónimo “El Gitanillo”… aunque todo el mundo sepa quién soy.

               También destaco dos artículos de sendos amigos míos de “pandilla-reunión”… aunque resulte vanidoso, pero me siento en parte responsable del “fervor villarrasero” que ambos tienen y así lo manifiestan en sus escritos. Un abrazo a ambos… ellos saben quiénes son.

               Ahora, eso sí, lo que más celebro de la edición de este año ha sido el que no se hable del dichoso latero… ya resultaba un pelín cansino.

               También dije el año pasado que todo lo que digo no es más que una opinión muy personal.

               Disfruten.

domingo, 14 de agosto de 2011

En noches como estas...

               Es fácil recurrir al verso de Pablo Neruda.


               Hoy, 13 de agosto, se cumplen veinte años de aquella primera vez. Fue una cálida noche de Novena. Lo deseaba fervientemente desde que empecé a tener uso de razón. Sabía, bueno, intuía que si no era en aquel momento, no sería nunca. Nuestro recordado Don José el cura sólo había acabado de decir: “Podéis ir en paz”, mientras los fieles iban desalojando la iglesia yo me hacía el “longui” y me quedé sentado en el banco….. En principio tuve cierto pudor, pensaba que mi presencia allí podría resultar molesta para esa maniobra tan delicada, tal era el celo que por entonces existía en estos menesteres, ya que se podría mancillar la intimidad dada a la Imagen como si de carne y hueso se tratara. Pensaba una vez más “Tiene que ser esta noche cuando la bajen… segurísimo”. La duda se me disipó cuando, una vez cerradas a cal y canto las puertas de la Iglesia, vi a Remedios Hernández retirar los sitiales de los celebrantes y colocar uno de ellos pegado al frontal utilizándolo para subirse al altar de Cultos. Mientras tanto, varios hombres habían arrimado el paso justo al pie del camarín de la Inmaculada… no cabían dudas… aquella noche cumpliría un anhelado sueño.

               Con parsimoniosa diligencia iban retirando las copas de loza que contenían los enormes bouquets de gladiolos ya casi vencidos por los días y el calor. Apartaban, también, los candeleros centrales para abrir un hueco en el centro. Cada grada que la camarista subía y despejaba de exornos, se me antojaba como un peldaño más hacia la misma gloria.

               La visión no me podía resultar más fascinante: Presidiéndolo todo Ella, la reina y señora de este bendito pueblo. En aquella ocasión despojada de ráfagas, sólo corona y su, por entonces, sempiterno manto "juanmanuelino". Frente a Ella, a su misma altura y de espaldas a nosotros, Remedios Hernández, su camarista; a ambos lados, Juan Enrique y Alfonso Vázquez llave inglesa en mano… ni en el mejor paso de la sacra conversación. Genoveva se situaba un pelín más abajo, recibiendo las preseas que le iba pasando su compañera, ésta a su vez se lo pasaba a Ana “Lancha” que con toda la delicadeza los iba depositando sobre la mesa del altar: el cetro, los rosarios, la corona, las potencias del Niño, la toquilla, los pendientes… Todo iba pasando de mano en mano recibiendo el beso de los pocos devotos que aguardaban a pie de altar. Silencio, musitados suspiros, ruidos de nariz represores de incipientes llantos...

               No sabría a ciencia cierta decir quién fue… seguramente una de las tres santas mujeres camaristas de la Virgen, lo cierto y verdad es que alguien me cogió la mano y depositó en ella la palometa que sujeta la corona y el tornillo rosca madera de las potencias del Niño, cerrándomela de inmediato. “Toma, tenlas ahí y no lo vayas a perder”… creo que jamás hice más fuerza con la mano cerrada.

               Mientras tanto, Remedios y Juan Enrique iban quitando un sinfín de alfileres tanto de la toca (por entonces sin nada de blondas ni tocados) como de los costados. Retiraron el vetusto manto y apareció Ella sin nada, como siempre he dicho que más me gusta. La vi, menuda en la inmensidad de su altar de Novena, como en una nebulosa… no sé si por la emoción del momento o por el resto de humo del abundante incienso. Con extremado cuidado fueron bajándola poco a poco, pasando de mano en mano, hasta ser entronizada en su paso. Fuera, se dejaban oír las campanas y algún que otro cohete; dentro, un Avemaría siquiera sugerido entre un fervor ahogado por la emoción.

               Aquella noche me dio tiempo de hacerme amigo de Mariano, un chaval madrileño que, junto a sus padres, había presenciado este acto también por primera vez. Remedios Hernández, al ver que dicha familia, sin vínculo de sangre con Villarrasa, se postraba por primera vez ante la Virgen de los Remedios; fue pronta a obsequiarles un alfiler de los que llevaba prendidos en el manto. Me acuerdo como si lo estuviera viendo ahora mismo de las palabras que le dijo a Mariano: “¿ves este afilerito tan humilde y poca cosa?, pues es de la Virgen… y eso lo hace muy valioso. Toma, para ti”. Jamás supo Remedios hasta qué punto se me clavaron en el alma aquellas palabras suyas propias de un santo. Como tampoco supo, y he de confesarlo, que en aquel momento me sentí algo desairado… Más pronto que tarde me di cuenta del significado de la parábola del Hijo pródigo: “Tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo”.

               Pues bien, desde entonces nunca falté a la cita, hasta diciembre de 2007 que fue la última vez. Unas veces la noche del 13 de agosto o 16 de diciembre, otras en el día de víspera por la mañana. Unas veces con el ciento y la madre allí presentes, otras en la soledad más absoluta con la ayuda esporádica de algún devoto. Las primeras veces como espectador-ayudante para acabar siendo agente. Agosto tras diciembre y diciembre tras agosto me han dado para poder presenciar de todo durante este íntimo acto, desde hombres como trinquetes agarrados a Ella a lágrima viva, como auténticos dramas personales y familiares que buscaban el último remedio donde poder aferrarse. En esos momentos es donde se palpa la hondura de la devoción de un pueblo. Esos años me enseñaron que no hace falta trajes ni medallas, ni ser el primero en los distintos actos… cualquiera de los que la ven pasar por cualquier esquina o de los muchos que van tras la cola de su manto, pueden ser un auténtico manual de devoción.

               Siempre guardaré gran respeto y, por qué no, veneración por quienes me precedieron en estos menesteres. No sé si lo hacían bien o mal (para mí, de maravilla), tampoco si hacían lo correcto o no; o si se ajustaban a lo cofradieramente establecido…. Pero nadie puede dudar de la devoción y el respeto que ponían hasta en el más mínimo detalle. Casi dieciocho años (¡vaya con la cifra!) me llevé formando parte del eslabón que hace dos décadas muchos veían peligrar. Hoy, no me veo con la suficiente limpieza de alma (a veces me lo ponen tan fácil...) como para siquiera mirarle a los ojos como entonces… o a lo mejor entonces sí creía -¡qué iluso!- que era más digno de Ella.

martes, 9 de agosto de 2011

Mejor pensado...

               No es la primera ni la última vez que me desdigo de algo. Lejos de suponer algo moralmente peyorativo ; es, por contra, un ejercicio sanísimo que recomiendo sobremanera. Dar marcha atrás en algo que teníamos pensado hacer, nos puede, a veces, librar de demasiados conflictos.

               Hace días publicaba una entrada en la que exponía mi deseo de eliminar todas las de este año y volver a empezar de nuevo. Hoy lo he pensado mejor, y las voy a dejar. Sí, así es, amigos lectores. Ahora, eso sí, estoy haciendo una purga de no te menees... y en esta labor seleccionadora, me estoy quedando con las que considero más interesantes. Ya de entrada, nada de lo que escribo me es grato a la lectura. Dicen que suele pasar más veces de lo que se piensa, no lo sé.

               Nunca se sabe en manos de quién o quiénes puede caer la Historia... por lo menos, que quede algo de lo que yo pienso, opino o, por qué no, afirmo. Aunque, en ocasiones, no me parezcan más que descargas emocionales, vomitonas de la memoria y algún que otro ripio... Si, suelo ser así de autocrítico (ejercicio que, por cierto, también recomiendo, por salud mental más que nada).

               Pues nada, tranquilidad a las masas y, sobre todo, a mis dilectos seguidores incondicionales, que sé que los tengo.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Agosto.

               Azorín afirmó, en su descripción del naranjal valenciano, que el alba tiene más encanto que la aurora. En el alba se sugiere la luz, en la aurora se muestra ya casi plena. Con el mes de agosto ocurre casi lo mismo… digamos que es con respecto al invierno, lo que febrero con respecto al verano: Sigue presentando persistentemente los rigores propios de la estación… pero ya se empieza a intuir los rasgos de la próxima. Cabe pues, en estos meses más que en otros, el concepto de esperanza de algo que ha de venir. Villarrasa siempre ha vivido su agosto como el latido de un corazón: la sístole en la primera quincena y la diástole en la segunda. Tan luminoso como melancólico, tan tórrido como fresco, tan solemne como cotidiano, tan cercano como señorial, tan como Ella…


               Y tan como Ella, porque todo en agosto sabe a Ella, a Remedios. En torno a Ella se dispone este singular mes. Nada que ver la luminosidad de sus primeros quince días, con la decadente luz que precede a septiembre… o será percepción mía. El caso es que Villarrasa siempre ha guardado un traje especial para cada ocasión. Jamás ha necesitado de convocatorias ni programas para saber cuándo son sus citas importantes. La sinfonía de luces, colores y matices de cada época, a la par de recordar que ya se acercan los días grandes, ponen el escenario y el ambiente precisos a cada celebración. Al respecto me suelen decir que soy de los antiguos y razones no les faltan… me gusta cada cosa en su lugar y tiempo. Ahora es agosto, y con él, la Virgen… y ya se sabe que el villarrasero, cuando dice “la Virgen” a secas, no piensa en otra más que en la de los Remedios, su Madre y Patrona.

               ¿Habrá algo más hermoso que un amanecer agosteño?, “privilegio” que gozan los que contra toda norma, gustan de madrugar cuando sólo hace unas horas estaban de palique sentados al fresco. No sé si será porque cuando se es niño se tiende a ver las cosas de manera distinta, pero qué despertares más bonitos los de aquellas mañanas agosteñas de mi niñez. Al son de los flamencos repiques de nuestra torre, o a toque simple de misa. Y es que de mañana muy temprano se celebraba una de las Novenas que tenían lugar durante el día. ¡Qué encanto el de aquella novena matutina!, ¿por qué hubo de perderse?, mejor dicho, ¿por qué se suprimió?... ¿Dejaron de ir los fieles?, puedo dar buena fe de que no. Nada más acceder al templo, se podía ver un auténtico “parking” de carritos de la compra en la misma puerta del baptisterio. La Iglesia aún conservaba la humareda de incienso de la noche anterior. La Virgen, en inconmensurable altar, con unas cuantas de velas encendidas, no todas. Se respiraba un fervor especial, sencillo, llano, no presuntuoso, cotidiano, íntimo, familiar. Amas de casa, madres de familia que dejaban a la prole aún acostada y aprovechaban ese momento de asueto para ofrecérselo a Ella. Trabajadores a jornada completa que buscaban ese huequecito para asistir a los cultos… alguien que durante el día emprendía algún viaje… gente que asistía porque sí y punto… Personas que, encima, aguantaban los juicios sumarísimos de quienes se creían con la autoridad suficiente para ponerles en duda su devoción por no asistir a la “verdadera”, que era la de por la tarde ¡faltaría más!. Jamás logré comprender esa especie de categorías que se llegaron a establecer, como tampoco el que no se viera como una riqueza el hecho de celebrar dos novenas al día en honor de una Patrona (no todas pueden decir lo mismo). Se suprimió en 2006. Qué me gustaría que, ahora, la actual Junta de Gobierno, si no es mucho pedir, la reconsiderara.
               Si por una remota casualidad aún había alguien que no se había enterado de que eran los días de la Virgen, no faltaban repicadores y coheteros para recordarlo. Todos los días, tanto a la hora del Ángelus como a las tres de la tarde, la torre se volvía loca en un maremágnum de repiques. Había veces en que el de las doce se pisaba con el de las tres y se hacía uno sólo. Ardua tarea la del repique de entonces, se necesitaban, al menos, cuatro o cinco subidos al campanario. Ahora, con un simple botón es suficiente. En aquellos años ´80, por si no había suficiente con dos novenas al día, se celebraba también una tercera a media tarde: la de los niños, con el siempre recordado D. Rafael Infante a la cabeza. No faltaban tampoco, en este contexto, concursos de dibujo, redacción, manualidades… sí, la Patrona fue pionera en esos menesteres, como en otras muchas más cosas.

               Y por la tarde, ya casi anocheciendo, la Novena vespertina; que bien podía comparársele, la de cada día, con una Función principal de cualquier Hermandad. Revuelo de abanicos -“ris, ras”; sillas traídas de las casas que copaban los espacios sin bancos. Tres sacerdotes, al menos, con las mejores vestiduras. Más del doble de monaguillos. Los cánticos magistralmente entonados: “… de los Remedios, Madre mía…”, “…Remediadora…”, “Nos dio en Vos la Providencia …”, “Virgen Bendita, tiende tu manto …”, “Villarrasa, en ti cifró”, “…en nuestros pechos tiene su altar…”. La Virgen, centro de todas las miradas, en su altar del que sobran las palabras. E incienso… mucho incienso. Solemnidad, fastuosidad, boato… pero, no nos engañemos, con la misma validez que la de por la mañana.

               Y llegaba el 15 de agosto, aquellos quinces de agosto de mi niñez… pero ya será en una próxima entrada.