martes, 24 de agosto de 2010

Revista de Feria 2010 (y II)

               He de confesar que hace ya bastante tiempo perdí el gusto por este tipo de publicaciones. En mi época de “jartible” la esperaba con cierta ilusión, incluso quizás con nerviosismo; era de suponer, aún internet sonaba un poco a ciencia ficción y para encontrar el nombre de Villarrasa y sus cosas impreso en un papel, no quedaba otra que esperar a agosto. Ahora la cosa es bien distinta. Y mira que lo dice alguien acostumbrado a escribir en uno de los boletines de nuestro pueblo. Pero aún así, digamos que con esto me ocurre como a Juan Ramón con la Poesía (fíjense que la pongo en mayúscula): vino primero pura, vestida de inocencia; luego se fue cubriendo de ropajes artificiosos (no por mucho decir las virtudes del jardinero es más hermoso el jardín), y ahora se me antoja desnuda, limpia, directa...


              Siempre que alguna publicación literaria cae en mis manos, le hago un repaso general (sí, soy de los que a veces lee antes la última página para enterarme del desenlace). Y en ese repaso previo general, me vino a la mente aquel verano de 2005, cuando se estaba organizando los actos de la Feria. Aquel año no hubo Reina y Damas de las Fiestas (no sé si fue el primero desde entonces) y, claro, los organizadores no tuvieron otra cosa mejor a la que recurrir que a las siempre recurrentes Hermandades (valga la redundancia).Se escucharon muchas voces sobre cómo se iba a desarrollar el acto (que no olvidemos que era de carácter civil), me las guardo por vergüenza ajena. Sólo una Hermandad, la de la Santa Cruz del Campo, se mostró reacia a formar parte de un espectáculo que pudiera ser ajeno a lo que es debido a las Hermandades, si bien, nunca desdeñó el recibimiento, junto a las demás, de tal distinción; y el acto se desarrolló sin más duelo ni quebranto y siempre en un equilibrio justo de un reconocimiento civil a organizaciones religiosas.

               Por eso, suspiré hondo y me alegré, no saben cuánto, de no encontrar ningún artículo escrito en nombre de mi Hermandad crucera. Pienso que las Hermandades tienen sus propios medios para llegar a la gente y, por supuesto, con un carisma distinto (ojo, es una opinión muy personal). Otra cosa es que el Ayuntamiento, ya que se pone, haya podido otorgar oportunidades para que hubieran decidido libremente escribir o no a según qué Hermandades. No me gustaría pensar esto último, pues se entendería que la revista se editaría para media Villarrasa, cosa que, miren por dónde, no ocurre cuando vienen a pedir el voto en campaña electoral.

               Y entresacando varias cosas que me hayan llamado más la atención, decir que comparto en todo lo dicho por mi antiguo maestro de Inglés, tanto en el contenido, como en el estado de ánimo que se vislumbra. Maldigo la hora en la que a alguien, allá por los 70, se le ocurrió cubrir su fachada con azulejos sanitarios, pero poco pensábamos que paulatinamente eliminados éstos se recurriría a la pastelería fina (o basta, que al caso es lo mismo). A mí también me horroriza esos colores natilla y chocolate en nuestros edificios, nunca se debió permitir. En cuanto a lo escrito por mi mejor maestro de matemáticas, simplemente chapó, nada más. Gracias a ellos, les debo un trocito de lo que soy, pues sus enseñanzas aún perviven en mí.

               Lo que sí no me ha quedado claro es la pretensión del Sr. Presidente de la Cooperativa Agrícola Olivarera al escribir su artículo. Por supuesto es libre de hacerlo (más si se le invita), pero creo que los socios merecen/mos una explicación sobre su contenido. Quizás sea yo muy cortito (que pudiera ser), pero creo, y es también mi opinión, que se han sembrado dudas acerca de la valía de los socios que conforman dicha cooperativa. Me remito a la cita con la que abre el escrito que me resulta esclarecedora del contenido: “En las horas de peligro es cuando la Patria conoce el quilate de sus hijos” (Marco Tulio Cicerón).

               Como siempre subrayar la encomiable labor de la Asociación de Mujeres y compartir lo dicho en su anual artículo de la revista, sólo un pequeño matiz: Me resulta ya algo pasado de rosca y manido pensar en que la mujer tiene un papel en nuestras Hermandades de meras “chachas”(hablo de Villarrasa), solo hay que estar “metidillo” en algunas de ellas para comprobar que cada vez es menos cierto. Cuando existe plena libertad, lo mismo puede haber Juntas de gobierno toda compuesta de hombres, toda de mujeres o mixtas en las proporciones que se quieran. Pienso que a estas alturas ya deberíamos saber que no debería primar el sexo a la hora de acceder a cualquier cargo o puesto, si no las aptitudes y actitudes que se tengan para dicho cargo. Hay hombres que hacen dulces para chuparse los dedos, y mujeres que llevan las cuentas a las mil maravillas, son sólo ejemplos de que los dichosos roles se van desdibujando poco a poco sin imposiciones ni restricciones.

               Espero que todos hayamos pasado una muy feliz Feria, nada comparable a aquella que se ponía en la Plaza, aunque sí se queda uno con cierta nostalgia al recordarla; a veces pienso en que podría caber la posibilidad de “recuperarla” para otras festividades o fechas, pero pensándolo bien, sería -en el argot arquitectónico- como hacer un pastiche, así que mejor lo dejamos como está.

domingo, 15 de agosto de 2010

Revista de Feria 2010 (I)

OTRA VEZ EL LATERO


              Prometo firmemente que ésta será la primera y última vez que nombre en mi blog al susodicho, un latero que, en pleno verano con el Lorenzo en lo alto, pretendía que el vecindario se le echara encima para restañar toda suerte de cacharrería, y al encontrarse las calles desiertas soltó aquello de: “Villarrasa, de nada tienes y de nada te hace falta”. Ya resulta inconmensurablemente cansino que todos los años este personaje ocupe espacio en las páginas de la Revista de Feria y que, a la vez, nos robe minutos de lectura que bien pudieran ser provechosos para otro menester. Pero no, cada verano vuelve como los vídeos “graciosos” del programa La Coctelera.

              ¿No hay más personajes históricos en nuestro pueblo?, ¿de verdad que no hay nadie más a quien “homenajear”?. Con la de personas que han contribuido a dar lustre a este rincón del Condado, y nosotros no, nosotros siempre al mismo, cuyo único mérito fue el de herir de muerte nuestra autoestima, quizás involuntariamente en una descarga de adrenalina ante un mal día de trabajo.

              Aunque bien es cierto que aquí siempre andamos predispuestos a dejarnos herir de esa forma, porque, aunque me duela reconocerlo, en Villarrasa parece que siempre hemos sido muy dados a entregar nuestra alma al primero que llegue y, como todo en la vida, no todo el que llega trae buenas intenciones. Siempre hemos sido muy dados a dar rango de ley a las opiniones externas (las opiniones malas, siempre las malas, por supuesto). Nunca han faltado lateros, afilaores, pregoneros, maestros, párrocos, médicos, predicadores de Novena, etc… dispuestos a decirnos, sin tapujos, cómo somos y, más sin tapujos todavía, cómo hemos de ser.

              Y es que, encasillar, crear estereotipos, colocar sambenitos, etiquetar… siempre ha sido un método eficacísimo para manipular y someter según antojo. Ahorra muchos quebraderos de cabeza saber que un pueblo o colectivo es homogéneo y obediente, cuales borreguitos.

              ¡Qué tino tuvo aquel latero! Quizás el pobre hombre a los pocos minutos de soltar aquel exabrupto, lo sepultaría en el olvido para siempre (digo, quizás), sin embargo, aquí no, aquí nadie se paró a pensar que no ofende quien quiere, sino quien puede… y aquel buen hombre tenía que buscar en los demás pueblos lo que en el suyo a lo mejor no encontraba, y soltaría aquello sin ninguna mala intención, ¿o es que acaso vimos reflejados en sus palabras nuestros verdaderos miedos y complejos y por eso nos lo tomamos así?.

              Aquí parece que preferimos pensar que somos de una determinada forma por designio divino, puede que para escurrirnos responsabilidades y echar balones fuera. No me gustaría pensar que para ser villarrasero hubiera que presentar un carnet de costumbres y “buenas” maneras. ¡Me niego! (y fijaos quien lo dice), se puede ser perfectamente villarrasero y no gustarte las Cruces, no sentir devoción por la Patrona, darte arcadas (“arqueás”) ante un plato de espinacas o revoltillos, etc, etc, etc…

              Tenía cierta "ilusión" (si es que me hiciera alguna este tipo de publicaciones últimamente ), de que este año el nombre del latero no apareciera en la Revista de Feria. Sí, ya sé que se nombra de pasada (y es de agradecer) pero nunca se nombra tan "de pasada" a nadie más que a él. He de cponfesar que el presente artículo es reeditado, pues su título primigenio era "Este año, sin latero", creyendo, en una primera lectura, que habían pasado definitivamente de él... pero no, no puede ser, en una lectura más detenida me he percatado de que sigue ahí, como una mancha de lejía.

sábado, 7 de agosto de 2010

Actos y Cultos en honor de Ntra. Sra. de los Remedios




      Creo que no es casualidad que este blog se haya creado en agosto, coincidiendo con los cultos de mi Patrona, espero que sea una buena premonición. Como siempre, todo lo dejo en sus manos. Ahí llevan parte del programa de actos y cultos (no todo pues ya se han celebrado algunos como el besamanos, traslado, etc.):


- Del 6 al 14, a las 9, 30 de la noche, SOLEMNE NOVENA, estando la predicación a cargo de los Rvdos. Sres: Antonio Cepeda Lepe (Párroco de Rociana), Antonio Sosa Sosa (Capellán de la Hdad del Rocío de Huelva), Manuel Sánchez Sánchez ( Director de Catequesis de la Archidiócesis de Sevilla) y Exmo. D. Juan Mairena Valdayo (Prelado de Honor de Su Santidad el Papa).

-Sábado 7 de agosto, dedicado a las familias y a los MATRIMONIOS QUE CUMPLEN SUS BODAS DE PLATA Y ORO.

-Domingo 8 de agosto. Dia Eucarístico, al finalizar la Novena habrá PROCESIÓN CON S.D.M. alrededor de la Iglesia.

-Domingo 15 de agosto. Festividad de la Asunción. A las 11 de la mañana FUNCIÓN PRINCIPAL DE INSTITUTO. Presidida por el Vicario General de la Diócesis de Huelva Iltmo. Sr. D. Baldomero Rodríguez Carrasco. Al ofertorio la Hdad hará Protestación de fe y la parte musicar estará a cargo de la Capilla Musical Catedralicia de Jerez de la Frontera.

-A las 8,30 de la tarde, Misa por los emigrantes y ausentes de Villarrasa en estos días de fiesta, y a continuación: PROCESIÓN DE NUESTRA SEÑORA por las calles de la localidad. (Aunque la convocatoria no lo especifique, suele ir acompañada de la Banda de música de la Cruz Roja, de Sevilla).

-Días 16, 17 y 18, Santa misa en la ermita ante el paso de la Señora a las 9,30 de la noche, terminando el 18 con el habitual culto mensual de los 18 de cada mes.

viernes, 6 de agosto de 2010

La Cruz

No podía empezar a hablar en mi blog si no la nombraba a Ella. Para los villarraseros la Cruz no es algo, si no alguien. Yo no podría describir lo que siento por Ella, sería casi tanto como querer explicar mi propio yo. Por eso, transcribo un artículo de D. Juan Antonio Cabrera (ex Alcalde de Villarrasa) y que publicó en el primer número del Boletín "Santa Cruz del Campo" de mayo de 1999

"Bendita ilusión tu Cruz, madre. Bendita ilusión tus vivencias para con ella, madre, y bendita ilusión la que tú pariste para conmigo, madre: el amor a la Cruz


Hijo mío, esa es tu Cruz. Tu Cruz tiene don, tiene pretérito, presente y futuro, tiene color, tiene naturaleza, tiene vida y tiene la fe de los que la levantan, de los que la vitorean, de los que la pasean y de los que la guardan.


Hijo mío, esa es la Cruz que yo quiero. Esa es la Cruz que yo quiero que tú quieras. Esa Cruz, hijo mío, perdona, esa Cruz nos cura, esa Cruz nos une, esa Cruz nos divierte y esa Cruz nos disgusta a veces.


Pero hijo mío, con esa Cruz me siento rica, porque por ser pobre conocí el lujo que supone dar para Ella.


Hijo mío, da como yo, porque si me sobrara no sería sacrificio, y la Cruz es sacrificio. La Cruz es compartir. Si me sobrara no sería lujo, y la Cruz tiene que ser lujo, pero de los que dan todo lo que tienen, por eso es de todos; la Cruz no es de nadie, no tiene propietario, no tiene escrituras, no tiene papeles.


Madre, ¿Qué tiene la Cruz?, ¿por qué nos mueve la Cruz?, ¿por qué año tras año la Cruz? Por eso, hijo mío, porque año tras año, la Cruz cuando sale a la calle, salen los vivas de mis padres y salen las alegrías, las diversiones de mis padres, y salen también las muertes de mis padres. Por eso, hijo mío, me divierto y lloro ante la Cruz, por eso doy para la Cruz, por eso quiero a la Cruz, por eso perdono ante la Cruz y por eso, pido perdón a la Cruz. Porque la Cruz tiene la sangre y la esperanza, el sacrificio y el perdón, tiene la alegría y la tristeza, la Cruz, en definitiva, tiene LOS SENTIMIENTOS. Eso tiene la Cruz, hijo mío, por eso nos mueve y por eso la queremos todos los años en su capilla, en la calle y en nuestra casa.


Hijo mío, no confundas el odio con la rivalidad. La Cruz tiene unos sentimientos unidos a un color, a unas vivencias, a un lugar, a familias, a alegrías y a tristezas, a sudores y lágrimas. El odio daña el corazón y el corazón hay que utilizarlo para el perdón, para que la Cruz sea en puerto de amistad, puerto al que queremos llegar a compartir lo que tiene y lo que nos mueve. La rivalidad es un juego en el que entramos por un color u otro, por un número u otro, no tiene más trascendencia que eso: un juego.


La Cruz es… y diciéndome esto, mi madre se marchó. Dejó la casa limpia, blanqueada, mis zahones colgados en la percha, el traje planchado, la medalla y el sombrero en la silla, los cohetes en el rincón, las carnes y vinos preparados, los rosquitos pendientes de azucarar, los pestiños junto a la miel, mi vara plateada, su silla de ruedas con las gomas infladas, su collar, su pintalabios en la peinadora, su vestido y sus medias nuevas en la mesita de noche…el paraguas lo guardó días antes sobre el ropero, ya había preparado su cocina, abierto sus puertas, y la lista de amigos para avisarles que llegaba el día de la Cruz.


Y llegó el día de la Cruz que ella quería y de la que quería que yo quisiera. La Cruz de sus músicas, la Cruz de sus cohetes, de sus bueyes…la Cruz de sus hermanas, de sus padres, de sus primos, tíos, sobrinos…la Cruz de su arco nuevo, la Cruz de su “Virgencita”, la Cruz de su Rosario…y el coro de su Cruz. Y llegó el día de la Cruz que ella respetaba pero era la Cruz de su ángel de su guarda, la Cruz del otro color, la Cruz de los otros sentimientos, la Cruz del otro perdón, la Cruz del cariño compartido por sus nietos, la otra Cruz que le regaló también parte de su naturaleza con majestuoso y blanco gladiolo, que colocado junto al otro rojo y esbelto, simbolizaron la sangre y el agua, el sacrificio y la alegria, el amor de una madre y la inocencia de un niño.


Y ese día y el otro día, su Cruz y la otra Cruz…ella tendida, sin mirar mirando al vacío, con su mano enredada entre el blanco y el rojo filo bordado de la sábana que la cubría hasta el pecho, permanecía inmóvil, sin compartir el son de la marcha procesional que llevaba la Cruz…del tamboril de la mañana en las alegres dianas que apetece aún más con el aguardientillo, del claquear de las herraduras de los caballos que tanto la ilusionaban, de los vítores a la Cruz que salían del alma, del fino y alegre soniquetillo de las campanillas de los charrés; seguía ajena a su Cruz y a la otra Cruz, indiferente a que su carrito cogiese polvo y telarañas, a que no compartiésemos sus rosquitos y pestiños, sus croquetas y esa gran alegría que por la Cruz transmitía a todos; a su lujo de dar porque era pobre pero la más rica en corazón porque perdonó y amó; ajena al ruidoso toque del tambor de su nieto que a su cuarto se le acercaba y con media lengüilla le cantaba: "abuelita, ya está el Romerito en la calle, en Piñón, San Vicente y la Aparición..." intentando dar la rima al menos de lo que cariñosamente le enseñó, y su nieto nos decía que abuelita no le contestaba riéndose como en otras ocasiones. 


Ajena a sus antiguas locuras de juventud cuando sobre el fondo de la calle, con luz tenue, bajo el horizonte de estrellas veía acercarse su Cruz, y repetía una y otra vez: ¡Hijo mío, qué bonita viene, qué bonita viene, VIVA LA CRUZ!


Quiérela como la quiero yo, que esa es la Cruz que yo quiero que quieras tú.


Para mi madre, sin más palabras, con la garganta estrecha y los ojos cual manantial del que afloran sus sentimientos, que son los míos, hasta el abrazo definitivo, va por ti".

Juan Antonio Cabrera Ruiz, junio de 1997.

jueves, 5 de agosto de 2010

“…arte un bló, miarma”

      Así, con ese gracejo tan espontaneo, me exhortaba un buen amigo cofrade sevillano (trianero, para más inri). Fue el empujoncito necesario que me hizo falta para llevar a cabo algo que llevaba rumiando en la mente bastante tiempo.


      No sabía qué enfoque darle: ¿”capillita”?, ¿político?, ¿meramente informativo?, ¿sólo de opinión?, ¿abarcaría sólo el ámbito local o no?... Al final, decidido el asunto, ofrezco este espacio donde simplemente expongo mis cosas: lo que pienso, lo que veo, lo que vivo, lo que siento… simplemente mi particular punto de vista ante cuánto me rodea. Un poco Cajón de Sastre, como la vida misma.