viernes, 22 de octubre de 2010

REPUGNANCIA

               Es lo que me provoca rebuznos… perdón… declaraciones como la del ¿político? Francisco Javier León de la Riva, Alcalde de Valladolid opinando sobre la nueva ministra de Sanidad y política social, Leire Pagín. Dejo enlace del audio: http://www.cadenaser.com/espana/audios/francisco-javier-leon-riba-alcalde-valladolid-leire-pajin-va-repartir-condones-diestro-siniestro-quiera-vaya-va-ser-alegria-huerta/csrcsrpor/20101021csrcsrnac_3/Aes/  Viene a decir textualmente (faltas de ortografía incluidas): “ya, lo que clama al Cielo ¿verdad? Es lo de la Ministra de Sanidad y Política social, la Leire Pagín ¿verdad? Que es una chica preparadísima, hábil, discreta, que va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y que va a ser la alegría de la huerta. Yo tengo que decir que cada vez que LA veo la cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí”. Digo yo que se habrá quedado la mar de tranquilo al soltar semejante eructo (porque no se puede considerar otra cosa, más que eso), ya se sabe, las comidas pesadas suelen hacer mala digestión.


               Es curioso, cada vez que me propongo preparar cualquier entrada del blog suele pasar lo mismo: ocurre algo imprevisto de semejante temática que provoca su inmediata publicación. Andaba peleándome con el teclado intentando hacer ver que la intransigencia no entiende de ideologías, de cómo los extremos son tan extremos que se confunden en un mismo punto, etc, etc, etc… Pero llega esto y me lo pone en bandeja. Decido, no obstante, dejar el que estaba preparando en stand by. Y no es que tenga muchas ganas de dedicar mi precioso tiempo a semejante espécimen de una España que muchos creíamos casi superada, no, lo mío es más bien ponerlo como un contraejemplo.

               Hay cosas que me superan, y ésta es una de ellas. Mi indignación alcanza cotas insostenibles cuando me topo con personajes así. Para mí es más digno un delincuente común que un puritano recalcitrante. En serio. ¡Qué difícil es mantener las formas en estos casos! Cuán complicado resulta no caer en su mismo vicio para contradecirle: juzgándolo por su aspecto externo o por su vida privada (que, al parecer, será intachable cuando se permite decir eso). Puestos a tener la misma mente alambicada y sucia se nos pueden ocurrir muchas elucubraciones con él como objeto.

               Todo esto me recuerda a un pasaje que se relata en el libro “Ética para Amador” de Fernando Savater, y que viene a decir: “Su modelo suele ser la señora de aquel cuento (…) Llamó a la policía para protestar de que había unos chicos desnudos bañándose delante de su casa. La policía alejó a los chicos pero la señora volvió a llamar diciendo que se estaban bañando (desnudos, siempre desnudos) un poco más arriba y que seguía el escándalo. Vuelta a alejarlos la policía y vuelta a protestar la señora. “Pero señora –dijo el inspector-, si lo hemos mandado a más de un kilómetro y medio de distancia…” Y la puritana contestó, “virtuosamente” indignada: “¡Sí, pero con los gemelos todavía sigo viéndoles!”.

               Pues eso, se me ocurren muchas cosas que decir ante todo esto. He tenido que contar hasta mil para que no me pudiera la ira. Lo he pensado mejor y, la verdad, por no resultar soez, ordinario y, ¡qué demonios!, por no rebajarme al nivel de este… dejémoslo en “personaje”, corto y cambio. Me niego a dedicarle un segundo más. No lo merece.

P.D: Perdonen que no ponga fotos del susodicho, no me gustaría que me entrara un virus en el ordenador.

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